La historia de la creación en el Génesis no representa un relato original, sino una reescritura teológica de mitos de creación mucho más antiguos provenientes de Mesopotamia, Egipto y el Levante. Este episodio explora cómo los escritores bíblicos transformaron las mitologías antiguas, caóticas y pluralistas en una narrativa monológica al servicio de fines monoteístas.
• Las cosmogonías sumerio-babilónicas retrataban la creación como resultado de un conflicto divino, con Marduk derrotando a Tiamat para formar el cielo y la tierra
• El Génesis refleja estos mitos de creación basados en el agua, pero transforma la violenta lucha cósmica en un pacífico decreto divino
• Los mitos egipcios describían la creación surgiendo de las aguas primordiales (Nun), con dioses que creaban mediante la palabra o la generación física
• En las tradiciones más antiguas, el caos cósmico era generativo y materno; el Génesis lo reimagina como algo que debe ser controlado
• El poder divino femenino —central en prácticamente todos los mitos de creación anteriores— es completamente borrado en el relato bíblico
• El conocimiento, presentado como sabiduría divina en los relatos sumerios, se convierte en desobediencia pecaminosa en el Edén
• El Génesis transforma el mito —con sus funciones rituales y su ambigüedad simbólica— en doctrina con imperativos morales
• El fruto prohibido se convierte en una metáfora de la conciencia misma, no como una caída en desgracia, sino como el nacimiento de la autoconciencia
Recuerda, el mito no está muerto: fue enterrado. Y nosotros, los rebeldes, aquellos que hacen preguntas, los hijos de Eva con corazones rotos, somos la resurrección de los dioses olvidados.