En nuestra iglesia local, un grupo de hermanos misioneros (guiados por el hermano Gustavo Caal) tomaron un viaje a El Salvador para propagar el Evangelio de Cristo a las comunidades del país. De una conversación de bromas y de sueños, resulto ser una realidad. Hay poder en la lengua y en las conversaciones. Prepárate para escuchar un testimonio hermoso!