Qué importante es hoy en día de retener y conservar las buenas virtudes y costumbres de nuestras antepasados. Son recetas de oro que son trasladados de generación a generación. El ejemplo más claro que veo en las Escrituras es la relación familiar de Timoteo con su abuela Loida y su madre Eunice. Mujeres que le transfirieron una "fe sincera" y genuina a su hijo Timoteo. Que esta enseñanza sea de bendición para sus vidas.