El inicio no planificado que me abrió las puertas al marketing digital

Hay tres cosas que me apasionan profundamente:

✨ Escribir (seguro ya lo notaste). Es mi refugio, mi paz.✨ La psicología, porque me fascina entender cómo funciona nuestra mente y nuestras emociones.✨ Y el marketing, que descubrí después… pero que terminó uniendo esas dos pasiones en una sola.

No me enamoré del marketing por sus números ni por sus métricas.Lo que me atrapó fue su poder psicológico: cómo mueve emociones, cómo crea conexiones, cómo una marca o una persona puede quedarse grabada en ti por cómo te hace sentir.

Lo curioso es que no me di cuenta de esto hasta hace unos cinco años.Todo empezó en un lugar inesperado: una empresa de tecnología en Ecuador, en 2019.

Yo había migrado, y aunque mi carrera era de Relaciones Industriales, sin homologar mi título y con mi visa en trámite, era casi imposible conseguir un empleo en ese campo. Así que terminé en un área que jamás me había gustado: ventas.

Y, como para hacerlo más retador, en un área de la cual no sabía nada: tecnología (hardware y software). Sí, había usado computadoras desde niña —en mi casa hubo una de esas con disquetes enormes, ¿te acuerdas?—, pero no sabía diferenciar entre un disco duro y una tarjeta madre. Y, aun así, me dieron un periodo de prueba de tres meses con una cartera de clientes que facturaba $20,000 mensuales.

El primer mes fue un desastre: si mal no recuerdo apenas logré $9,000. Mis compañeras decían que era normal, pero yo sentía el miedo de no dar la talla.

Entonces me dije: “Mi misma, tenemos que hacer algo, no vamos a morir en el intento”.Y ahí entró Instagram, mi red social favorita.

Comencé a hacer, por pura lógica, lo que haría cualquier estratega de marketing: investigar a la competencia. Descubrí que la empresa apenas usaba Facebook y no tenía presencia en IG (que en ese momento estaba en pleno auge). Además, los clientes recibían listas de precios larguísimas por WhatsApp: aburridas, poco claras.

Así que, con Canva, empecé a transformar esas listas en catálogos visuales, videos y estados mucho más atractivos.Convencí a mi jefe de abrir un IG enfocado en artículos gamer —más llamativos para los jóvenes— y diseñé un catálogo visual en lugar de las eternas hojas de Excel.

El resultado: en poco tiempo pasamos de facturar $20,000 a $40,000 mensuales. Y luego mi cartera llegó a manejar entre $60,000 y hasta $70,000 en los buenos meses.

Fue increíble. No solo logré aprender de tecnología a una velocidad récord, también descubrí algo que me cambió la vida: mi pasión no estaba en vender, sino en crear estrategias para conectar con las personas.

Ese fue mi verdadero inicio en el marketing. Uno no convencional, no planificado, pero que me llevó por caminos inesperados. Lo que vino después —la pandemia, los retos y cómo el marketing digital se convirtió en mi única herramienta de supervivencia— te lo contaré en las próximas entregas.

¿Qué encontrarás en este espacio?

Marketing con Intensión no es un boletín más sobre cómo crecer y viralizarte.Es un espacio para ayudarte a crecer de otra forma: una menos algorítmica, más humana.

Aquí vas a encontrar:🌱 Historias reales.🌱 Reflexiones sobre marketing con propósito.🌱 Y lecciones de alguien que sigue aprendiendo y quiere compartir contigo el camino.

Cada miércoles recibirás una de estas cartas.Y mi mayor deseo es que no sea un monólogo, sino una conversación. Tu feedback y tus experiencias también son parte de este espacio.

Nos leemos el próximo miércoles.Con amor,Pris MKT 💜