En nuestra sociedad encontramos muchos grupos religiosos con diferentes enseñanzas y culturas. Algunos enseñan las Escrituras con precisión, mientras que otros son débiles en su enseñanza. Pero algunos enseñan cosas que contradicen totalmente la Biblia, lo que llamamos "falsa doctrina". Se nos ordena ser sabios y defender la verdad, por lo que, naturalmente, nos encontramos en desacuerdo con estos grupos llamados sectas. La forma en que compartimos la verdad con ellos es muy importante y si nos acercamos a ellos como enemigos y los tratamos como tales, probablemente arruinaremos nuestro testimonio y obstaculizaremos cualquier oportunidad que tengamos de compartir el conocimiento de las Escrituras con ellos.