Este episodio explora dos estrategias clave para cerrar la brecha entre la elección y la compra: potenciar los impulsores de acción y eliminar las barreras de acción. Los impulsores de acción funcionan aumentando la relevancia de necesidades insatisfechas y mejorando el atractivo de la oferta mediante tácticas como promociones, escasez y urgencia percibida. Por otro lado, las barreras de acción —tanto situacionales como psicológicas— como la fricción, la incertidumbre o el arrepentimiento, pueden frenar la toma de decisiones, y superarlas suele ser más eficaz que simplemente presionar más para que haya acción.