Este episodio explora cómo las marcas utilizan disparadores emocionales para conectar con el deseo del consumidor de placer, emoción y seguridad —o para provocar miedo y ansiedad para impulsar la acción—. Los disparadores positivos como el disfrute, el amor, la nostalgia y la tranquilidad se contrastan con disparadores negativos como el miedo al rechazo o a perderse algo. Con ejemplos de Coca-Cola a Listerine, el episodio muestra cómo las emociones pueden moldear percepciones, impulsar el comportamiento y fortalecer el apego a la marca.